Aprender a controlar las emociones es algo inevitable si queremos llevar una vida equilibrada y en armonía. En este artículo, te compartiré algunas ideas para que aprendas cómo gestionar las emociones con mayor equilibrio.
Pasos que te enseñarán a gestionar las emociones
- El primer paso consiste en distinguir las emociones físicas que se reflejen en nuestro cuerpo o percibir los pensamientos que nos lleguen a la mente.
- Posteriormente una vez localizado las sensaciones físicas y los pensamientos, identificaremos a qué emoción corresponde lo que sentimos.
- Luego de haber localizado la sensación en el cuerpo y hemos visto el pensamiento relacionado. Quedaría etiquetar lo que sucede, colocándole un nombre como: tristeza, enojo, temor, rabia.
- Otra manera de gestionar las emociones es reconociéndolas y comprendiéndolas. Sin embargo, para conseguirlo es necesario que aumentes la capacidad de observación sobre ellas.
- Para aprender a referirse mejor a las sensaciones lo mejor es que te preguntes “¿Cómo me siento?” Después procura colocarle un nombre a esa emoción por la que estas pasando. ¿Es rabia, miedo, rechazo o fatiga? Mientras más exacta sea la personalización, más fácil será comprender el porqué de esas emociones.
- Otra estrategia para manejar las emociones es a través de la respiración. ¿Cómo hacerlo? Pues, muy fácil, solo tienes que respirar lentamente y así evitaremos que la ira se desborde.
- Una vez que has podido controlar las emociones, te encontrarás más tranquilo y podrás ver las cosas con mayor claridad. Es entonces en ese momento, que podrás cambiar de emoción.
- Recordar tus grandes virtudes y éxitos es sin duda una de las mejores estrategias para gestionar tus emociones. Piensa en lo que te ha provocado ese sentimiento, pero comprimiendo su significado negativo.
Aceptar la emoción consiste en saber qué nos está pasando. Cuando sentimos rabia, en lugar de dejarnos llevar por ella, podemos controlarla y observar qué nos produce la emoción. Al analizarlo entenderemos que muchas de nuestras reacciones son involuntarias.
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De manera que podemos aprender a manejar nuestra conducta sin ser víctimas de nuestras emociones. Lo malo de los sentimientos es comprimirlos y no expresarlos debidamente. Recuerda que al expresar la emoción esta se libera y no queda almacenada en nuestro organismo.
Ahora que ya sabes cómo gestionar las emociones, comienza a practicarlo diariamente, de esta manera empezarás a tomar consciencia de las sensaciones aceptándolas sin juzgarlas.