¿Alguna vez has tenido temor de hablar en público? ¿Te sudan las manos cuando debes exponer tus ideas ante los demás? Entonces te interesará saber como superar el miedo escénico, ese temor que te impide expresar y comunicar tus pensamientos, necesidades e inquietudes.

Tal vez aquellos que no sufren de estos miedos, consideren que esto sea un elemento personal fácil de eliminar. Sin embargo, para quien verdaderamente lo sufre esto puede representar un inmenso reto.

El miedo escénico es algo que se va formando desde la niñez y como se trata de una actitud consolidada con el tiempo resulta muchas veces difícil de erradicar. Sin embargo, no es imposible superar el miedo escénico. Basta con atender a ciertos aspectos o recomendaciones.

El miedo escénico es el temor de hablar en público y ataca a la mayoría de las personas

Aunque pudiera pensarse que muchas personas, especialmente aquellas acostumbradas a hablar en público (políticos, actores, religiosos…) no sufren de estos temores irracionales, lo cierto es que el miedo escénico es una respuesta natural ante lo desconocido y puede sufrirlo cualquier persona.

De allí que en muchos casos vemos a un orador exponiendo con mucha seguridad sus argumentos pero no vemos la batalla interior que está librando en ese momento o la preparación que ha tenido que llevar a cabo para vencer el temor de hablar en público.

Naturalmente hay que reconocer que algunas personas son más desinhibidas que otras y se muestran más naturales y seguras cuando hablan en público. Posiblemente sea también porque a través de la práctica han podido superar el miedo escénico.

En todo caso, sea que posean aptitudes psicológicas que le faciliten expresarse ante el público o que dominen las técnicas de oratoria, siempre es conveniente atender a ciertas recomendaciones básicas cuando se trata de dar un discurso o hacer una presentación.

Recomendaciones para superar el miedo escénico

  • Evita los prejuicios: Antes de empezar la presentación evita hacerte ideas positivas o negativas sobre lo que dirás. Los temores surgen de lo desconocido, por lo que deberás aprender a “querer” eso que no conoces. Toma cada presentación como una ocasión en la que podrás encontrar algo maravilloso, eso que precisamente hasta ahora no has conocido.
  • Relájate: La voz y las ideas no salen debido a la presión. Por un lado, los músculos y cuerdas vocales se tensan dificultando la pronunciación, mientras que la angustia hace que las ideas y pensamientos no encuentren salida. ¿La solución? Toma calma y piensa en algo bonito.
  • Concéntrate en el discurso: Organiza tus ideas antes de hablar. Un mal chiste es empezar por el final y peor si uno empieza riéndose. Igual sucede con el discurso. Este debe llevar una secuencia lógica, por lo que prepara ideas cortas que puedas ir uniendo de manera fluida.
  • Prepara el ambiente: Si se trata de una presentación en la oficina o en la escuela es conveniente que atiendas a la necesidad de contar con algunos elementos de apoyo. Un buen material permite que la atención del público se desplaza un poco hacia estos, bajando así la presión.
  • Prepara tu cuerpo: Si te escogieron para dar el discurso inaugural de la nueva sede no es muy buena idea que horas antes de atiborres de comida o bebida que te hagan ir corriendo al baño. Es muy recomendable consumir alimentos refrescantes (por ejemplo, jugos cítricos) porque permiten bajar la presión arterial.